El monasterio del Diablo

Hoy día 25 de enero ha sido el día elegido para empezar nuestra andadura, y la comenzamos camino del

emblemático “Monasterio del Diablo o Monasterio Maldito”, como se le conoce en el mundo del misterio.

Ubicado en las afueras del núcleo urbano de la población hispalense de Carmona, y esta edificación ha pertenecido desde su construcción a la Congregación de Santo Domingo, conocida popularmente como los Dominicos.

Su primera construcción data del siglo XV, concretamente del año 1680, estando edificado sobre los cimientos de otro antiguo monasterio. Más adelante, a mediados del siglo XX se realizó una remodelación de parte del edificio, allá por el año 1947. Actualmente y aunque el estado del inmueble es de total ruina, se puede apreciar perfectamente las partes que pertenecen a cada época, apreciando en cada zona los distintos materiales y técnicas empleadas.

Topográficamente, el conjunto de naves que componen el monasterio se encuentra en un altiplano, por lo que desde los alrededores se distingue perfectamente cada rincón de este majestuoso templo.Realizamos la entrada por donde antiguamente había un portón donde, en cada lado, se encuentran dos grandes columnas, que como de una premonición se tratara, da buena cuenta de lo que más adelante se encuentra. La edificación en primera impresión impone, y al conocer las historias y leyendas que de allí se cuentan, da pie a que la sugestión y la mente hagan de las suyas y hagan que te jueguen malas pasadas.

Aparcamos enfrente de la nave central, donde, según los testigos, es donde más sucesos han ocurrido.

Entro junto con el resto del equipo del programa, mientras que nuestro director e investigador Jesús Camacho nos relata las impresiones y resultados de sus distintas investigaciones, por lo que la predisposición y porqué no, la sugestión propia del novato que comienza en un mundo desconocido, invita a tener sensaciones y experiencias nunca vividas. Recorrimos los diferentes departamentos del edificio acompañados por las explicaciones de nuestro director, observando todo nuestro alrededor, fijando la mirada en cada objeto o cada pintada que se exponían en las pocas paredes que aun se mantenían en pie.De allí se relatan muchos fenómenos poco explicables, entre los cuales destacan psicofonías muy variadas, pero con un componente común, a la que se la llama “la niña del monasterio”. De ella se cuenta que aparte de dejarse ver por los distintos departamentos que forman la edificación, hay registros psicofónicos que recogen tanto una voz infantil que contesta a las distintas preguntas que los diferentes investigadores le han hecho como pasos y carreras.

Al bajar al sótano, departamento que se encuentra bajo la nave central, de techos abovedados y tamaño claustrofóbico, el ambiente se enrarece aún más si cabe. Y es que aquí nacen una de las historias que mas misterio recogen, y es la del monje que, al oir como llamaban a la puerta de su habitación y al abrir no haber nadie, decide bajar a este enclave y al llegar se encuentra con el resto de sus compañeros de Congregación colgados de unos ganchos de hierro que se situaban y sobresalían de las paredes y techos, que a día de hoy se encuentran cortados prácticamente a ras de pared. Al margen de esta historia, y en este mismo lugar, se han encontrado restos de lo que han sido ritos satánicos y de magia negra, lo que da más motivo si cabe a que ocurran fenómenos de difícil explicación. Tras salir del sótano seguimos con nuestro recorrido conociendo los diferentes lugares de este entorno, saliendo al exterior del edificio, observando cada rincón y cada detalle de esta majestuosa composición arquitectónica, finalizando así la que ha sido nuestra primera toma de contacto.

Volveremos a este enclave único, pero ya contaremos con experiencias y sensaciones distintas.