Y llegó a Sevilla... La Pasión 2016
Y ya llegó el Domingo de Ramos. En Sevilla tan especial. La cuidad se viste de gala para vivir con fé y esperanza una semana gloriosa en la ciudad. Olor a azahar, flor que abre el camino de una semana cargada de emociones y sentimientos a flor de piel, donde el aroma a incienso y cera quemada recorren las calles por donde discurren las diferentes cofradías.
Aunque se de sobre que precisamente este artículo no tiene nada que ver con el misterio, ¿Qué más da? Hablamos de algo más importrante que todo eso, hablamos de la Semana grande de la ciudad. Y estoy escribiendo estás líneas viendo precisamente un programa único en nuestra cuidad y en los medios de comunicación de nuestra querida Sevilla. Un programa presentado por un grande del periodismo sevillano. Y lo es, porque no he visto jamás un periodista que narre con tanta pasión, con tanto sentimiento, con tanta sinceridad... Víctor García Rayo. Siempre desde el máximo respeto a los demás periodistas, comunicadores, que con tanta profesionalidad hacen un buen trabajo también. Pero me quedo con este buen compañero, que hace, junto a todo su equipo, que por ejemplo ancianos que no pueden moverse de su casa puedan vivir la Semana Santa, pero no vivirla de forma normal, sino vivirla con pasión y emoción.
Y yo en estos momentos viendo como la policía local de gala llega a La Campana o como comienzan a pasar los primeros nazarenos de la Hermandad de Jesús Despojado por la campana. En estos momentos, veo como el cristo, obra de Antonio Perea, esta por la calle O´Donell, siendo despojado de sus vestiduras, con esa túnica blanca... Precisamente de blanco, color de La Paz, Hermandad que ha sido la primera en poner su cruz de guía en la calle.
Que Domingo de Ramos, de esos angustiosos, porque no queremos mirar al cielo, pero no podemos dejar de hacerlo. Abrimos nuestras aplicaciones en nuestros teléfonos móviles cada dos por tres para ver la meteorología. Espero que esta Semana Santa de 2016 sea igual que la del año pasado, limpia, impoluta, sin gotas de agua, sin nubes... Ya tendremos tiempo de ver llover sobre la Giralda o la Plaza de La Campana más adelante.
Víctor García Rayo, Manuel Esteban, con el que por cierto tuve el placer de coincidir con él hace muchos años en la Banda del Sol, y como no, todo el equipo de este magnífico programa que hacéis en El Correo TV, enhorabuena y gracias, por hacer que las personas que están lejos o que están impedidas puedan no sólo ver las imágenes por televisión, sino poder viajar hasta estos lugares y meterse de lleno en esta semana mágica de la ciudad de Sevilla.
Gracias por querer tanto a Sevilla y su Semana Santa.
Gracias por hacer vuestro trabajo con tanta pasión.
Jesús Camacho
El misterio de la música
Admito que soy fiel seguidor de la buena música. Me gustan todos los géneros que me hacen sentir en paz. Pero me encanta que una canción me traslade a lugares sin tener la necesidad de moverme de mi casa o de cualquier otro sitio donde esté. Soy de aquellos que piensan en que la música es mágica. Tengo que confesar, que a la hora de preparar un programa de radio necesito de esa música. Escucho con especial admiración la discografía de la artista británica Lisa Gerrard. Y ustedes se preguntaran el porqué. Precisamente porque hace que sienta una conexión especial con el misterio. En los largos viajes, en los ratos de relajación y reflexión... Y en esos momentos en los que el misterio se hace presente. Pero cuando hablo de misterios no hablo precisamente de fantasmas ni de lugares encantados, hablo de misterios mucho más importantes para mi. La conexión con lo sagrado, con el comienzo de la humanidad, con nuestra historia más remota... ¿Qué misterio existe que pueda superar eso? ¿cómo comenzó la humanidad? ¿Quiénes fueron los primeros pobladores del planeta? ¿Cómo vivían? ¿Cuánto tiempo hace que comenzó nuestra historia? Quizás muchas preguntas sin respuesta, muchas cuestiones que nada ni nadie ha sabido contestar hasta día de hoy. Amo el arte rupestre, aquello que nuestros antepasados quisieron dejar plasmado en las frias y húmedas paredes de las numerosas cuevas repartidas por el planeta. Que importancia adquirió aquella civilización o aquellas civilizaciones en el mundo. Quizás no lo sabremos nunca, quizás hayamos perdido esa conexión divina que nuestros ancestros tenían con los dioses y la naturaleza. Porque yo me hago una pregunta: ¿Por qué no pensar que los dioses y la propia naturaleza eran ambas cosas lo mismo? ¿Por qué no pensar que el respeto tan brutal de los primeros hombres ante aquello que tenían enfrente, que veían, era un respeto divino?
Jesús Camacho
Director y presentador de Espacio Desconocido